12 dic 2012

¿Los horrores ortográficos reflejan la cultura de un pueblo?


Tomado de Images Google


Cuando transitas por las calles de una ciudad, encontrarás anuncios por doquier que te invitan a consumir productos o servicios, otros se limitarán a guiar tu recorrido.

En Santo Domingo de los Tsáchilas, provincia jóven, existe una masiva recurrencia de personas en las avenidas principales. El comercio es uno de los factores que impulsa a la población a volcarse a las calles.

La mirada de los santodomingueños está contaminada por palabras mal escritas, factor por el cual, su memoria visual almacena composiciones erradas. Sin embargo, este fenómeno se presenta desde la niñez y está condicionado por los conocimientos receptados desde la primaria o primera Escuela.

Si aquel docente que impartió clases, nunca realizó correcciones al pequeño/a mientras redactaba su primera oración, este estará condenado a llevar consigo el mal aliento al hablar, lo que es para la escritura la mala ortografía.

Y es que también los niños aprenden lo que ven y escuchan, absorben todo aquello que les rodea: las costumbres, las tradiciones, los rituales y otras actividades de la sociedad.

Si en un grupo de personas predomina un alto grado de conomientos acerca de las normas de escritura, entonces propondrán correcciones a quienes comentan errores de tipeo; caso contrario, las falencias continuarán demostrando la ignorancia de la sociedad.

Entonces ¿los horrores ortográficos reflejan la cultura de un pueblo? Después de lo expuesto podríamos exclamar un rotundo "sí". Los conocimientos de una población influirán en su lenguaje escrito, en su forma de hablar y de expresarse.